martes, 26 de julio de 2011

lunes, 25 de julio de 2011

¿Quién muere?

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del habito, repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.

Muere lentamente quien hace de la televisión su gurú.

Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las "ies" a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos.

Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando esta infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.



Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo.

Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar.

Muere lentamente, quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.

Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.

Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.
Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos una espléndida felicidad.

Pablo Neruda

martes, 19 de julio de 2011

I need the eggs

Alvy Singer: After that it got pretty late, and we both had to go, but it was great seeing Annie again. I... I realized what a terrific person she was, and... and how much fun it was just knowing her; and I... I, I thought of that old joke, y'know, the, this... this guy goes to a psychiatrist and says, "Doc, uh, my brother's crazy; he thinks he's a chicken." And, uh, the doctor says, "Well, why don't you turn him in?" The guy says, "I would, but I need the eggs." 



Well, I guess that's pretty much now how I feel about relationships; y'know, they're totally irrational, and crazy, and absurd, and... but, uh, I guess we keep goin' through it because, uh, most of us... need the eggs.

martes, 12 de julio de 2011

La mitad

Por Fito Páez*

Esta es la columna de Fito Páez que salió publicada ayer en la contratapa de Página/12. 

Nunca Buenos Aires estuvo menos misteriosa que hoy. Nunca estuvo más lejos de ser esa ciudad deseada por todos. Hoy hecha un estropajo, convertida en una feria de globos que vende libros igual que hamburguesas, la mitad de sus habitantes vuelve a celebrar su fiesta de pequeñas conveniencias. A la mitad de los porteños le gusta tener el bolsillo lleno, a costa de qué, no importa. A la mitad de los porteños le encanta aparentar más que ser. No porque no puedan. Es que no quieren ser. Y lo que esa mitad está siendo o en lo que se está transformando, cada vez con más vehemencia desde hace unas décadas, repugna. Hablo por la aplastante mayoría macrista que se impuso con el límpido voto republicano, que hoy probablemente se esconda bajo algún disfraz progresista, como lo hicieron los que “no votaron a Menem la segunda vez”, por la vergüenza que implica saberse mezquinos.

Aquí la mitad de los porteños prefiere seguir intentando resolver el mundo desde las mesas de los bares, los taxis, atontándose cada vez más con profetas del vacío disfrazados de entretenedores familiares televisivos porque “a la gente le gusta divertirse”, asistir a cualquier evento público a cambio de aparecer en una fotografía en revistas de ¿moda?, sentirse molesto ante cualquier idea ligada a los derechos humanos, casi como si se hablara de “lo que no se puede nombrar” o pasar el día tuiteando estupideces que no le interesan a nadie. Mirar para otro lado si es necesario y afecta los intereses morales y económicos del jefe de la tribu y siempre, siempre hacer caso a lo que mandan Dios y las buenas costumbres.

Da asco la mitad de Buenos Aires. Hace tiempo que lo vengo sintiendo. Es difícil de diagnosticarse algo tan pesado. Pero por el momento no cabe otra. Dícese así: “Repulsión por la mitad de una ciudad que supo ser maravillosa con gente maravillosa”, “efecto de decepción profunda ante la necedad general de una ciudad que supo ser modelo de casa y vanguardia en el mundo entero”, “acceso de risa histérica que aniquila el humor y conduce a la sicosis”, “efecto manicomio”. Siento que el cuerpo celeste de la ciudad se retuerce en arcadas al ver a toda esta jauría de ineptos e incapaces llevar por sus calles una corona de oro, que hoy les corresponde por el voto popular pero que no está hecha a su medida.

No quiero eufemismos.

Buenos Aires quiere un gobierno de derechas. Pero de derechas con paperas. Simplones escondiéndose detrás de la máscara siniestra de las fuerzas ocultas inmanentes de la Argentina, que no van a entregar tan fácilmente lo que siempre tuvieron: las riendas del dolor, la ignorancia y la hipocresía de este país. Gente con ideas para pocos. Gente egoísta. Gente sin swing. Eso es lo que la mitad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires quiere para sí misma.

* Vecino de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Infórmese

Los medios de comunicación exaltan los logros de la gestión de Macri (Metrobús, Policía Metropolitana y bicisendas) y acallan sus gravísimos desaciertos. Por eso sólo quiere debatir en TN (grupo Clarín) que oculta que:



  • Se encuentra procesado por el caso de las escuchas telefónicas, sospechado de construir una red de espionaje pagada con nuestros impuestos.
  • Aumentó un 300% el impuesto ABL (Alumbrado, Barrido y Limpieza). Sin embargo, la ciudad está cada día más llena de basura.
  • Prometió regularizar la situación de los cartoneros. Sólo les dio un uniforme.
  • Le otorgó al grupo Clarín una licitación por 275 millones de dólares, para repartir computadoras que valen menos de la mitad.
  • Apoyó la participación de represores y aliados de la dictadura en el gobierno de la ciudad.
  • Vetó 77 leyes votadas por la Legislatura, la mayoría de ellas sobre políticas sociales y algunas presentadas por su propio partido.
  • Cerró centros culturales en todos los barrios y, con ellos, los teatros, cines, grupos de música y actividades que fomentaban la participación de los vecinos.
  • Está en conflicto con los músicos del Teatro Colón, con los docentes de las escuelas públicas y hasta con los alumnos.
  • Cerró cursos gratuitos de capacitación laboral en el Centro Cultural Ricardo Rojas.
  • Vació los hospitales públicos, que se encuentran sin insumos básicos como el gas o equipamientos médicos como tomógrafos.
  • Las escuelas públicas continúan sin gas y con serios problemas edilicios que incluyen el riesgo de derrumbes.
  • No controló la construcción en la ciudad, ocasionando pérdida de patrimonio arquitectónico y derrumbes con víctimas fatales.
  • No cumplió con su promesa de construir diez kilómetros de subte por año. En cambio, hizo el Metrobús, que en diez días ya protagonizó dos accidentes viales.
  • Ensanchó la brecha económica y social entre el norte y el sur de la ciudad, colaborando a que se incremente la inseguridad.
  • Fomentó el accionar de verdaderos “grupos de tareas” que golpean y maltratan a las personas en situación de calle, al mismo tiempo que vetó leyes que promovían beneficios para construir comedores y alojamientos temporarios.
  • Generó un completo desconocimiento de la nueva ley de comunas, además de pretender recortar el poder a los nuevos representantes de cada barrio en el gobierno.
A todo esto se suma su completa ignorancia sobre historia argentina (confundió el Día de la Bandera con el Día de la Independencia, por ejemplo), su menosprecio por la cultura popular, su falta de conocimiento sobre los problemas de la ciudad e incluso sobre las políticas de su propia gestión, además de su intolerancia y su incapacidad para resolver los problemas más profundos.
Estamos ante la oportunidad de terminar con esta política basada en la ignorancia, el ajuste económico y el desprecio por la cultura, la educación y la salud.

  •  VOTE A CONCIENCIA.
  • AYUDE A LOS DEMÁS A VOTAR CON INFORMACIÓN.
  • NO VOTE POR QUIEN LE CAE SIMPÁTICO O QUIEN TIENE LOS CARTELES MÁS LINDOS.
  • VOTE CON CONOCIMIENTO.
  • IMPIDA QUE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ESCONDAN LA INFORMACIÓN.
  • LA CIUDAD ES MÁS QUE BICISENDAS, POLICÍA Y METROBÚS.
  • LA CIUDAD ES EDUCACIÓN, CULTURA Y SALUD Y ESTÁ SIENDO DESTRUIDA POR MACRI.
  Difunda. Infórmese. Elija un proyecto, no una publicidad pasajera. Es por el bien de todos.

En ese mismo rubro

TRISTEZAS
Por Martín Kohan

La eliminación del rubro 59, según acaba de disponer el Gobierno nacional, habrá de ser seguramente celebrada por los defensores de la libertad sexual. Porque en este rubro, al igual que en tantos otros, la libertad de mercado resulta contraproducente, o directamente enemiga, para otra clase de libertades más sustanciales. En un negocio en el cual determinadas personas, en razón de apremios o ambiciones de dinero, se ven en la necesidad de mantener relaciones sexuales con quienes de por sí no serían objeto de su deseo ni de su elección, se extingue cualquier libertad valedera, la sexual en primer término, como tiene que ocurrir toda vez que el deseo o la elección se ven postergados o abolidos.

He leído con la mayor atención el rubro 59. Lo hice, y espero que se me crea, por razones específicamente literarias. A diferencia de otros medios empleados para la oferta sexual, como por ejemplo Internet o los papelitos insertados en los teléfonos públicos de la Ciudad, los avisos del rubro 59 presentaban concentrados narrativos poderosos. Los microrrelatos, como género, se han puesto bastante de moda. Los avisos clasificados los promueven de manera espontánea: los avisos fúnebres son microrrelatos del dolor, los avisos de San Valentín son microrrelatos de amor, los avisos del rubro 59 eran microrrelatos eróticos.

Por supuesto que es mejor que no existan más. Aunque no por eso dejen de existir ni los otros medios de oferta ni mucho menos la propia prostitución. Los microrrelatos eróticos del rubro 59 escondían, pero mal, un substrato de humillación y desdoro, de indignidad y rencor. El astrólogo de Arlt pudo suponer que con ese rencor, el de los humillados, podía hacerse una revolución, financiada en lo económico por un sistema de prostíbulos. Pero esa idea no prospera, ni siquiera en Los siete locos.

He notado, eso sí, que la decisión de eliminar el rubro 59 se anunció en defensa de la condición de las mujeres. Un propósito tan noble no merece otra cosa que adhesión. Pero en el rubro 59 se ofertaban igualmente servicios sexuales de varones. ¿Por qué de ellos no se dijo nada? ¿Acaso porque son, cuantitativamente, muchos menos? ¿Se los está discriminando entonces, por ser minoritarios, tal como ocurre con los avisos oficiales sobre violencia doméstica? ¿O será tal vez porque un resto inamovible de machismo, incrustado en el feminismo al uso, no deja de suponer que al destacar las medidas de gran escala del busto de una mujer se la reduce a mero objeto, pero al destacar medidas también de gran escala del miembro de un varón se le brinda motivo de orgullo? ¿No será porque en el fondo se sigue suponiendo, según el machismo pretende, que ahí donde la mujer eventualmente padece el varón va a pasarla siempre bien?

Tal vez no es nada de esto, sino que no se hizo una lectura a fondo del rubro 59. Aunque en su título la sección ya declaraba: “Servicios útiles para la mujer y el hombre”, y hablaba por igual tanto de unos como de otros.